
Sin necesidad de bisturí, cicatriz ni técnicas agresivas: el ácido hialurónico inyectable es una opción eficaz, segura y natural para rejuvenecer el rostro y mejorar los rasgos.
Además, hoy en día cuenta con múltiples usos: rellenar, hidratar, proyectar, disimular ojeras o reposicionar los rasgos. ¿Lo mejor? Si está bien hecho nadie va a preguntarte “¿Qué te has hecho?”, pero sí te dirán “Qué guapo/a estás!”.
¿Qué es esta sustancia y para qué sirve?
Se trata de una molécula presente en el organismo (articulaciones, cartílagos, piel), de manera que es natural, no es un elemento extraño. Es clave para que funcionen los tejidos, evitar lesiones y a nivel cutáneo, hidratar y mantener la firmeza.
El problema es que con los años su producción empieza a fallar, de ahí que además de presentarse en cremas cosméticas, en medicina estética el ácido hialurónico inyectable se postule como una alternativa muy eficaz para contrarrestar esa falta.
Infiltraciones de Ácido Hialurónico
Las funciones del ácido hialurónico inyectable son diversas:
1. Reposicionar rasgos caídos:
¿Te has dado cuenta viendo fotos de hace años y de ahora cómo han ido “bajado” tus mejillas, pómulos y la zona de las sienes? Este tratamiento devuelve a su lugar zonas que se han vaciado y han descendido por la edad, un proceso habitual en el envejecimiento. En este caso el ácido hialurónico inyectable aplicado en un plano profundo (cerca de la zona ósea) consigue en lugar de un efecto de relleno, devolver los rasgos “a su sitio”, es decir, recuperar las estructuras faciales.
2. Rellenar zonas con falta de volumen:
Imaginemos unas facciones muy planas: si se aplica en la cantidad adecuada y con la técnica precisa este material en pómulos y mejillas o también en la mandíbula para una mayor definición, el resultado es muy natural. Pero también podemos aumentar los labios, proyectarlos o mejorar su forma con relleno de ácido hialurónico.
3. Hidratar:
Si en lugar de aplicar el ácido hialurónico inyectable a nivel profundo lo hacemos en la superficie, (dermis superficial) y en vez de en pocos pinchazos lo realizamos en múltiples, mediante una aguja más fina y mediante un material de bajo peso molecular, conseguiremos una cara más jugosa, hidratada y luminosa, pero sin volúmenes extra.
Ácido Hialurónico en la cara: ojeras y labios
Vamos a centrarnos en las zonas más demandadas hoy en día: el relleno de labios con ácido hialurónico y el relleno de ojeras (además de otras mencionadas).
Ojeras: Tengas la edad que tengas, si tienes bolsas u ojeras, las infiltraciones de ácido hialurónico consiguen disimularlas. Funcionan especialmente bien en el primer caso (bolsas) porque igualan el hundimiento, aunque también difuminan el tono violáceo. Basta una inyección para notar la mejoría, y aunque se suele hacer en una sesión, en ocasiones hace falta otra de retoque.
Labios: Las opciones para embellecer esta zona son múltiples hoy en día con esta sustancia: podemos conseguir agrandarlos si son finos, proyectarlos si hace falta, hidratarlos si empiezan a marcarse las arruguitas y queremos un aspecto repulpado, mejorar el arco de cupido, perfilarlos o corregir asimetrías.
La infiltración de ácido hialurónico en los labios es una de las técnicas que más realiza el Dr. Cerrud con resultados súper naturales. Es un proceso rápido (en torno a 10 minutos), que puede hacerse con cánula o aguja, según cada paciente.
A qué edad me conviene el ácido hialurónico inyectable?
Depende de qué quieras conseguir. Si, por ejemplo, buscas aumentar los labios con ácido hialurónico, la edad no es el punto de partida, aunque es cierto que con los años la turgencia de los mismos disminuye.
¿Ácido Hialurónico en las ojeras? Estas van a más con los años, y lo mismo sucede con las bolsas: si te fijas, la depresión bajo la ojera se acentúa cuando el envejecimiento comienza a producir una pérdida de grasa en el rostro. En cambio las infiltraciones de ácido hialurónico para reposicionar volúmenes perdidos, como los pómulos, mejillas y sienes, sí están indicadas cuando empezamos a notar que las estructuras faciales se desdibujan y descienden y los volúmenes “se aplanan”. En ese caso, a partir de los 35-40 años sería una buena edad para empezar a plantearse el uso de estos rellenos faciales.
Ácido Hialurónico inyectable: ¿Cuánto dura?
La duración del tratamiento depende de muchos factores, entre ellos si gesticulamos muchos, nuestra edad, la zona del rostro donde se aplica y el tipo de sustancia: si es más o menos cohesiva, si se aplica a nivel más o menos profunda, etc.
Por ejemplo, el relleno de ojeras dura en torno a 8 meses, y el de labios, entre 6 y 12 (si fumas y frunces, durará menos). Cuando el fin es rellenar o reposicionar unos pómulos, entre 8 y 10 meses, y si se ha llevado a cabo un protocolo de hidratación, habrá que realizar
varias sesiones para que el resultado pueda permanecer 6-8 meses.
¿Duele la infiltración de Ácido Hialurónico?
En general no es dolorosa, aunque sí puede molestar, algo que se soluciona con anestesia (tópica o inyectada) y/o hielo. Las zonas más sensibles, como los labios o la ojera, son las que más pueden notarse, pero en general el Ácido Hialurónico inyectable no se considera un tratamiento doloroso.
¿Tiene efectos secundarios?
Al ser un componente que tenemos en nuestro propio cuerpo, no genera rechazo ni suele dar reacción. Otra cosa es que en algún caso pueda salir algún leve hematoma en zonas más vascularizadas, tales como las ojeras. Pero suele durar entre 2 y 5 días a lo sumo y puede taparse bien con una base de maquillaje.
Cuidados posteriores
Se puede llevar una vida totalmente normal y volver a la rutina después del tratamiento, aunque sí conviene tener en cuenta que hay que utilizar protección solar spf 50 minuciosamente si ha salido algún pequeño moratón.