¿Cuántas veces ocurre que pasamos del ritmo frenético del día a día a vernos de golpe en la hamaca y disfrutando de las vacaciones sin haber preparado ni la mente ni el cuerpo para ese stop vital? ¡Ya estamos otra vez en modo holidays y nos ha pillado el toro con todo! Pensemos en el órgano más grande de nuestro cuerpo: Cuidar la piel del sol supone un 80% del éxito en la prevención del envejecimiento, además de protegernos frente a otros daños peores, como el cáncer de piel. Así que toma nota de cómo hacerlo este verano para lucir un bronceado seguro y una tez cuidada en 5 claves o tips.
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¿Cómo preparar la piel para el sol?
Esta pregunta, en un mundo ideal, se respondería rápido: mimándola durante todo el año. Pero como queremos ser realistas, te proponemos que al menos empieces los meses previos a ponerla a punto:
–Di sí a los peelings, porque renuevan el cutis, lo regeneran y eliminan las células muertas, de manera que el bronceado será más uniforme y bonito, tratan las manchas, las marquitas y mejoran la textura. Si piensas en cuidar la piel del sol en primavera, puedes probar un peeling de tipo superficial y por tanto menos agresivo, que te permitirá no “pelarte” ni permanecer días encerrada en casa, como los que realiza el Dr. Leo Cerrud, a base de alfahidroxiácidos adaptados a cada caso (mandélico, salicílico, glicólico, pirúvico, etc). La opción B, en caso de que no te decidas por el peeling médico, es que uses en casa un exfoliante suave una o dos veces por semana.
–Sigue una dieta rica en antioxidantes y betacarotenos: Es importante que los meses previos, de cara a cuidar la piel del sol, incluyas en tu dieta frutas y verduras de gran poder antioxidante, pues te ayudarán a prevenir la oxidación producida por los radicales libres (la radiación solar genera gran cantidad de ellos), y también los que contengan betacarotenos, precursores del bronceado: entre estos últimos, los favoritos son las zanahorias, el tomate, los albaricoque o los melocotones, y en cuanto a los antioxidantes obtenidos en la mesa, sobre todo elige frutas y verduras de temporada ricas en vitamina C: cítricos, fresas, sandía, verduras de hoja verde o pimientos. El seguir una dieta “pro-bronceado saludable” te ayudará a evitar ese indeseable momento cara quemada por el sol (o cuerpo).
Cuidar la piel del sol: antioxidantes + tu fotoprotector ideal
Apúntante a los sérum o concentrados con antioxidantes (Vitamina C y E), ya que incluyen la mejor defensa contra los radicales libres, protegen la epidermis y aumentan sus defensas, mejoran el tono, añaden luz y difuminan las líneas de expresión. Cuidar la piel del sol pasa siempre por usar antioxidantes, que también pueden ir incluidos en la crema posterior, mascarillas, tónicos, esencias, etc.
-Tu fotoprotector ideal: Fíjate en tu fototiopo: ¿Qué tono tiene tu piel? ¿Se enrojece con facilidad o se broncea? ¿De qué color son tu pelo y tus ojos? En función del fototipo (I el más claro, VI el más oscuro), deberás escoger el factor de protección, pero siempre ten en cuenta una máxima: lo ideal es un fotoprotector alto (no menor de SPF30), y los primeros días de sol debes extremar las precauciones para evitar el efecto cara quemada por el sol: aplícalo antes de salir de casa en buena cantidad, reaplica cada dos horas y evita las horas de la comida y la siesta.
Cuidar la piel del sol: cara y cuerpo
¿Utilizo un mismo producto para el rostro y el cuerpo? No. Piensa que la piel de tu cara tiene problemas diferentes, y que te preocupan más que en otras zonas: manchas, arrugas, flacidez. Por eso, al cuidar la piel bajo el sol es preferible escoger un fotoprotector facial rico en agentes antienvejecimiento además de en protección solar de amplio espectro, y para el cuerpo, uno que puede ser menos específico (no suele aclararse que es para el cuerpo, a diferencia del facial), aunque te sugerimos que elijas aquel que prolongue el bronceado. ¿Estás pensando en los productos para después del sol? Hoy en día existen after-sun específicamente para el rostro, con activos anti-aging y texturas adaptadas, y otros más genéricos.
Productos para después del sol
¿Sirve cualquier crema hidratante como after-sun? Rotundamente no. Aunque te hayas centrado en cuidar la piel del sol y protegerla debidamente, seguramente al terminar las vacaciones la encuentres deshidratada por culpa de la misma radiación, de la brisa de la playa, del cloro o de los baños constantes, así que escoge productos para después del sol capaces de reparar los daños producidos: fíjate en aquellos con vitaminas, ceramidas que retengan el agua, agentes nutritivos que suavicen y otros calmantes, como el Aloe Vera.
También te recomendamos (solo cuando hayas vuelto de vacaciones, aunque ya te daremos más tips en un futuro post) que vuelvas al peeling y alguna sesión de mesoterapia revitalizante, como el tratamiento Luminosity del Dr. Cerrud.
Cuidar la piel del sol el resto del año
Nunca hay que llegar a tener la piel de la cara quemada por el sol, ni la del cuerpo. ¡Evítalo a toda costa!. Y para eso es importante extremar precauciones el resto del año. La protección solar no es solo un gesto para las vacaciones, ojo, sino una prioridad los 365 días. En invierno se puede utilizar un SPF menos alto, sobre todo si no vamos a hacer mucha vida al aire libre, pero tiene que ser el último paso en tu plan para cuidar la piel del sol y prevenir el envejecimiento, y por lo tanto formar parte de tu rutina de mañana 24/7. Si lo piensas, el bronceado dura semanas, pero las arrugas que aparecen, las manchas o la flacidez, toda una vida ¡a menos que las trates!.